PUNTA BALLENA Y MAGALLUF
Como periodista, asumo mi parte de responsabilidad sobre lo primero que le voy a preguntar. Si alguien que no conozca el lugar se guía por los titulares de la prensa puede creer que Punta Ballena es zona de guerra. ¿Hablamos demasiado de Magalluf?
Yo creo que hablamos demasiado solo de algunos excesos que sigue habiendo en Magalluf. Si a la vez habláramos de todas las virtudes y de las cosas buenas que nos ofrece Magalluf, ofreceríamos una percepción mucho más cercana a la realidad. Nadie puede negar que se producen excesos, puntales, insisto, que se graban o se fotografían o se cuentan... Hablamos de un destino de 30.000 camas turísticas, que por tres décadas ha sido centro del turismo de ocio joven y nocturno y que no queremos abandonar. Lo que queremos es que sea un destino joven y de noche, claro que sí, pero de calidad y que abandone determinados excesos que en los últimos años han manchado la imagen de Magalluf y contra los que estamos luchando con todas las armas posibles. Entre todos estamos consiguiendo la evolución que Magalluf necesita.
Magalluf es solo un núcleo turístico de los varios que hay en el municipio. Calvià ha cambiado y mejorado mucho en las últimas décadas, pero continuamos con ese turismo de borrachera. Hemos mejorado la oferta mientras que la demanda sigue siendo la misma, el que viene a emborracharse es lo que busca. ¿Qué puede hacerse para cuadrar oferta y demanda?
Lo que hacemos desde hace unos años va en tres líneas diferentes. Lo primero son los cambios normativos. Por ejemplo hemos cambiado la Ordenanza de Convivencia y es muy importante lo que está por llegar. Veremos la regulación del todo incluido para que vaya hacia unos estándares de calidad en los que no se permita el abuso del alcohol y que desde el Ayuntamiento ya pedimos a las dos semanas de formar el equipo de gobierno de esta legislatura. Así se lo hicimos saber entonces al conseller de Turismo. Debemos ir hacia cambios normativos que eviten ofertas excesivas muy agresivas de consumo de alcohol: desde el happy hour o dos por uno, a los supermercados que ofrecen la compra de alcohol muy barato.
REGULACIÓN DEL CONSUMO DE ALCOHOL
¿Se refiere a la Ordenanza Reguladora de la Estética exterior de los establecimientos comerciales y oferta turística básica?
Sí, así es. El 10 de agosto, después de la exposición pública, entra en vigor la reforma de la Ordenanza Estética que evitará que los supermercados puedan exponer los palés de botellas de alcohol en sus terrazas. Tenemos que evitar la incitación al consumo desmedido de alcohol.
Tengo entendido que no será de aplicación inmediata y que se plantea una moratoria hasta final de año. Se lo comento porque retirar los palés es sencillo, mientras que si se les exige un espacio diferenciado de producto para el alcohol, la cosa no es tan fácil, y menos en pleno verano.
Por eso hemos planteado la moratoria hasta el 31 de diciembre. Entendemos que separar el alcohol del resto de productos en el interior de los establecimientos requiere de nuevo mobiliario o de obra menor y por ello no podemos exigirlo a mitad de temporada. El sacar de las terrazas los palés de botellas de licor se va hacer y estará prohibido a partir del 10 de agosto en Calvià.
¿Qué le han dicho los empresarios, lo entienden?
Creo que lo entienden si lo enmarcamos en un marco de actuación global. Las ordenanzas deben ir acompañadas de otras medidas como el control de la oferta de alcohol en los locales de ocio o la regulación del todo incluido. No podemos tener un destino turístico en el que regalamos o vendemos muy barato el alcohol durante casi 24 horas al día de una forma u otra, y luego sorprendernos de que tengamos borrachos por la calle. El primer paso de tres es convencer al sector y mediante ordenanzas y otras normas regular el consumo excesivo de alcohol.
Respecto al control del alcohol en el todo incluido, yo no soy jurista, pero intuyo que será difícil regularlo. Entiendo que identificar con pulseras diferenciadas a menores o que no se permita que los turistas se sirvan las bebidas es lógico, pero el todo incluido es una actividad empresarial de puertas adentro.
Si no somos capaces de legislarlo desde la Ley Turística tendremos que hacerlo por la vía de la salud pública. Recordemos lo que nos costó asumir las restricciones del tabaco en zonas privadas, y se hizo. Debemos limitar el consumo de alcohol cuando entra en una oferta que no es gratuita, pero permite un consumo abusivo. El todo incluido se puede regular de otras formas, por estándares de calidad, por ejemplo. O por ratios de metros cuadrados y servicios. Si un hotelero quiere retener al turista todo el día en sus instalaciones, tiene que ofrecerle espacios de ocio y un número de trabajadores suficiente y adecuado al número de plazas del establecimiento. La lógica nos dice que se puede ofrecer alcohol en las comidas, pero ¿por qué ofrecerlo todo el día?. Yo entiendo que se puede legislar desde el ámbito turístico, pero si no fuera así, insisto, deberíamos ir al ámbito sanitario.
CAMBIO DE MODELO
Hemos hablado del primer paso del cambio, ¿cual es el segundo?
El segundo paso es continuar con el esfuerzo de los hoteleros para renovar y mejorar la planta hotelera. Han invertido muchísimo dinero. Por ejemplo, en la zona de Palmanova – Magalluf han pasado de aproximadamente el 33% de plazas en hoteles de cuatro estrellas a más del 52%. Es un avance evidente. Con ello conseguimos una mayor calidad de la planta hotelera y que, evidentemente, se comercialice un producto más caro. Conlleva que poco a poco se dé esa “selección” del turista, por decirlo de alguna manera, que busca un destino que se ajuste a lo ofrecido, que entienda que paga por un servicio de calidad en un entorno de calidad.
Y el tercer paso es...
Es un paso que compartimos con el sector y que consiste en definir qué tipo de modelo turístico queremos y por el que apostamos, no solo en Magalluf, sino en Calvià. La estrategia nos lleva hacia donde debería caminar Calvià para en el año 2030 tener todo aquello que consideramos adecuado para el desarrollo de la industria turística y evitar todo lo que no queremos. Debemos hacer inversiones en las zonas turísticas para acompañar el esfuerzo de los hoteleros, para mejorar juntos la oferta social y el entorno urbano. Lo que no puede ser es que Calvià en doce años solo hubiera tenido una inversión en áreas turísticas, me refiero a la Avenida de Magalluf. Abandonar la inversión en primera y segunda línea de las zonas turísticas como se hizo no permite la actualización necesaria de un destino que pretende ser líder en el sector. Hemos retomado la idea de una segunda reconversión turística de Calvià que va a ir avanzando por zonas, en algunos casos ligada al Plan General y en otras a inversiones importantes.
ALQUILER TURÍSTICO
¿Existe en Calvià una situación de emergencia habitacional?
Emergencia habitacional, no. Dificultades evidentes, si. En el último año y medio o dos años, encontrar un alquiler residencial a un precio asequible para el ciudadano se ha complicado mucho, sin duda. La recuperación del sector inmobiliario y el boom turístico provocan un crecimiento muy importante del precio del alquiler residencial para todo el año. El lógico entender que aquellos apartamentos o viviendas que generan beneficios mayores al alquilarse por semanas en temporada turística, salen del mercado del alquiler residencial o lo encarecen. La demanda es mayor que la oferta y la consecuencia es evidente, el encarecimiento del producto. Las administraciones tenemos que garantizar el derecho constitucional del acceso a una vivienda digna. Es una de nuestras primeras obligaciones junto al derecho al trabajo.
El Consell de Mallorca considera zonas turísticas maduras y saturadas Playa de Palma- s’Arenal, Peguera, Santa Ponça y Palmanova-Magalluf, Cales de Mallorca y Ca Millor-Cala Bona-Son Moro-S'Illot. En ellas no se permitirá ni el crecimiento de plazas hoteleras, ni se darán más permisos de alquiler de viviendas. Afecta a tres zonas de Calvià. ¿Está de acuerdo con la medida?
Estas tres zonas, si no recuerdo mal, ya se consideraron maduras en el año 2012. Entendemos que estas zonas necesitan planes de inversión especial, inversiones privadas y públicas. Hoy estamos de acuerdo como lo estuvimos en su día, porque es dar un salto de calidad, que es lo queremos todos. Son las zonas que además sufren una mayor presión poblacional. Una vivienda residencial puede tener una media de tres habitantes, mientras que si es de uso turístico se dispara a siete u ocho. Hay que dar servicios y gestionarlos, y es difícil con el exceso de habitantes que se da en algunos momentos del año. Si nos desbordamos en cantidad será imposible ofrecer calidad.
En todo caso, lo previsible es que dentro de un año se fijará exactamente donde se puede y donde no alquilar viviendas para uso turístico. ¿Qué están preparando al respecto?
Queremos ver cual es la propuesta de zonificación del Consell de Mallorca. Nosotros ya presentamos una alegación en la que entendíamos que el Consell fijará un techo insular, pero que nuestro informe que era preceptivo no vinculante fuera tenido en cuenta si reduce la capacidad de alquiler turístico, que entonces sí sea vinculante. ¿Por qué? Un municipio como Pollença o Alcúdia, por ejemplo, tiene otra realidad diferente a la de Calvià. Aquí tenemos 60.000 camas turísticas y numerosas segundas residencias. El año pasado pasaron dos millones de turistas por Calvià. La realidad de Calvià es diferente a la de Alcúdia, donde hay más camas de alquiler turístico que de planta hotelera. La legislación debería permitir a los ayuntamientos adaptarse a su realidad. ¿Queremos ir hacia una restricción? Sí, del alquiler turístico porque: uno, incrementa la presión poblacional en las zonas turísticas; dos, encarece el alquiler residencial; y tres, la convivencia de lo turístico con lo residencial genera problemas.
¿Cómo se solucionan esos problemas?
Siempre acaban aquí y se nos pide que el Ayuntamiento aporte soluciones a los problemas de seguridad, ruidos, limpieza.... No podemos permitir que el mercado nos cambie el planteamiento urbanístico municipal. Si decimos que una zona es turística o residencial es porque tiene usos y necesidades diferentes. Una zona residencial necesita parques, guarderías, centros de salud... El entorno turístico está enfocado a la restauración, al ocio... Fijar las necesidades para cada zona, eso se llama ordenar. Si permitimos que el mercado mande como sucedió hace quince años con el cambio de usos, cuando era más rentable lo residencial que lo turístico, pasa lo que pasa. Vimos como apartamentos turísticos se vendían como residenciales y se cambió la fisonomía del Plan General. Hoy nos encontramos zonas en las que no hay rotación turística y el entorno sufre porque la actividad económica es diferente. Ahora el mercado nos dice lo contrario, que es más rentable lo turístico que lo residencial y pretende cambiarlo todo de nuevo. Nos volvemos a encontrar con problemas de convivencia en un mismo bloque en el que hay turistas de fin de semana y personas que viven todo el año. Es vital desarrollar nuestro propio Plan General sin que las leyes de rango superior interfieran.
PLAN GENERAL
¿En qué momento se encuentra el Plan General?
Es vital, importantísimo y estamos trabajando para que se pueda finalizar en esta legislatura. Calvià lo necesita. En la legislatura pasada se propusieron muchas modificaciones puntuales de planteamiento urbanístico que cambiaban la fisonomía de Calvià, pero en puntos concretos. No se tenía en cuenta el impacto en el entorno, no existía una visión global del municipio. Se consiguió modificar un millón de metros cuadrados en base a siete u ocho modificaciones puntuales, pero que iban hacia una misma tipología de uso del suelo: comercial, privado, ese tipo de desarrollo... Y a eso había que ponerle orden. Hay que saber donde hay equipamiento público, donde crece el comercio, qué suelo destinamos a vivienda residencial, qué pasa con la preservación de la costa, qué ocurre con la movilidad interna, con la comunicación de los núcleos de costa y montaña.... Había muchos elementos para pensar de manera global y lo que se intentó hacer fue alterar la fisonomía del municipio por voluntades concretas que respondían a determinados intereses, lícitos, hay que decirlo, de algunos propietarios que querían desarrollar sus suelos.
¿Está seguro de que tendrá listo el Plan General al final de la legislatura?
Creo que sí. Presentaremos un avance en el mes de octubre y de ahí pasaremos a las aprobaciones inicial y provisional con sus respectivos espacios de exposición pública para sugerencias y alegaciones. Nos marcamos el objetivo de aprobarlo esta legislatura. Es un objetivo ambicioso, no lo voy a negar.
No quiero ser cenizo... ¿Conseguirán, lo cree y lo quiere, que el Plan General cuente con el consenso de todas las fuerzas políticas del consistorio y no veamos un texto que cambia cada cuatro años?
El deseo es que sea un consenso de todas las fuerzas políticas, que nos pongamos de acuerdo en qué queremos para Calvià en los próximos 30 ó 40 años. Es lo que nos daría la tranquilidad de saber como queremos tratar algo tan frágil como es el territorio. Ya el año pasado hablamos con los vecinos para explicar las principales líneas estratégicas y recogimos más de 100 propuestas que se están estudiando y teniendo en cuenta para la redacción del avance. Espero que participen los políticos, como los ciudadanos, porque es algo fundamental para todos.
SEGURIDAD
Dicen que las comparaciones son odiosas y no quiero juzgar qué sucede en otras zonas turísticas, pero lo cierto es que en s'Arenal de Llucmajor son frecuentes las quejas de vecinos y empresarios por la falta de seguridad mientras que en Calvià, si las hay son muchas menos. La Policía Local de Calvià es, si me permite decirlo, beligerante. Hace poco se han clausurado seis locales por presuntamente ofrecer servicios de prostitución encubierta. ¿Cómo se ha configurado el cuerpo de la Policía Local?
Calvià ha tenido un gran incremento turístico y poblacional en las últimas cuatro décadas. Ya a mediados de los años 80 el incremento de la Policía Local fue importante, incluso repentino porque era urgente y necesario. Aquí siempre hemos entendido que para ser un buen destino turístico tenemos que garantizar la seguridad. Es importante que el turista se sienta seguro de vacaciones. Es cierto que la seguridad ciudadana no es competencia de la Policía Local, si bien desde hace muchos años asumimos que teníamos que echar una mano. Nuestro cuerpo tiene una ratio de agentes que dobla lo recomendado por la Federación Española de Municipios y Provincias. Se recomienda 1,8 policías por cada 1.000 habitantes, es una ratio lógica, y en Calvià estamos en 3,6 por cada 1.000. No somos un municipio de 50.000 habitantes, no, esa cantidad se multiplica por tres o por cuatro durante la temporada alta. Otros municipios turísticos están en una ratio de 2,5 por mil. Hemos hecho un esfuerzo a pesar de la Ley Montonro y de la tasa de reposición. Ahora se ha abierto un poco la mano para temas de seguridad, uno a uno, pero durante años la tasa de reposición era de uno por diez.
¿Son buenas las relaciones con la Guardia Civil?
Son excelentes. Aún así es constante nuestra demanda de mayores medios humanos y materiales para Guardia Civil de Calvià. Su trabajo es excelente con las personas que cuentan. Deberíamos tener más agentes de la Guardia Civil que los previstos para un municipio de 50.000 habitantes porque la naturaleza de la actividad turística así lo requiere. Es la principal actividad económica de España y creo que el Estado debe aportar más medios a las cuerpos y fuerzas de seguridad para que su trabajo sea el mejor posible. Quiero remarcar que el trabajo de la Guardia Civil en Calvià es excelente, que nadie lo dude. Y nuestro destino es seguro.
PROMOCIÓN EXTERIOR
Si uno va a Fitur, a la World Travel Market... Uno ve el estand de Balears y allí acoplado un chiringuito de Calvià. Luego vemos otros municipios de fuera de las Balears, con estands propios, más o menos discretos, pero muy bien montados. ¿Por qué Calvià no ha conseguido tener su propio espacio en las ferias turísticas? Y no digo que lo pague el Ayuntamiento, sino que sea fruto de la colaboración con el sector privado.
Hay diversas razones que pueden explicarlo. Parte de razón tiene usted, de hecho nos planteamos ir a Fitur el año que viene con estand propio, próximo al de Balears, que es una marca imbatible y muy potente. ¿Qué dificultad tenemos? Nuestra principal marca turística no es Calvià. Es Peguera, Santa Ponsa, Palmanova-Magalluf, Portals... Son marcas que dentro del municipio llevan años reconociéndose en los mercados de origen como marcas propias. Un alemán, por ejemplo, que viene a Peguera a lo mejor no sabe que viene a un municipio llamado Calvià, sabe que viene a Peguera y es lo que demanda. Es una complicación añadida, pero un estand municipal solo será efectivo en la medida en la que pueda preservar las marcas propias que tienen entidad por sí solas como marcas referentes. No es una excusa, es una realidad, una explicación. Debemos preservar las marcas porque eliminarlas en favor de la marca Calvià sería un error. Hay que conseguir que se liguen también a la idea del municipio para dar transmitir su potencial. Con ello, además, añadimos un factor de cohesión a un municipio que la necesita, porque tenemos muchos núcleos. Es un trabajo que no es sencillo y que intentamos acometer.
BREXIT
Calviá es el paradigma de municipio internacional. Me refiero en concreto a los residentes de origen británico. ¿Le ha transmitido la comunidad alguna preocupación por lo que pueda suceder con el brexit?
Nos preocupa a todos y ellos así nos lo han transmitido. Hemos tenido reuniones con el Consulado británico y con miembros de la comunidad que están muy integrados en diferentes ámbitos y asociaciones. Estamos a la expectativa de qué tipo de brexit veremos y como quedará la relación de los británicos con la Unión Europea. Podemos tener unos 17.000 residentes europeos en Calvià y alrededor de 7.000 son británicos. Son muy importantes, como los alemanes y los de otras nacionalidades.