En ACOTUR nos preocupa la noticia aparecida ayer en Ultima Hora sobre la «recuperación» del todo incluido: https://ultimahora.es/noticias/local/2018/01/14/320147/hoteleros-recuperan-todo-incluido-para-perder-turismo-familiar-europeo.html
El todo incluido es la modalidad más dañina y negativa a la que puede optar un hotel actualmente en Baleares. Esta modalidad, que tiene su origen en hoteles de zonas como el Caribe, está pensada para que los turistas se hospeden en establecimientos mayoritariamente de lujo y les ofrezcan todo tipo de servicios sin necesidad de salir del complejo, pues los alrededores no ofrecen otros servicios turísticos de la misma categoría o, incluso, pueden llegar a ser nulos. Algo que, obviamente, no es el caso en Baleares.
En nuestra situación, el todo incluido debería ofrecerse de manera muy limitada y con rigurosas restricciones, algo que no está sucediendo ni por asomo. Cada año son más los negocios que se ven abogados al cierre porque estas modalidades, que lejos de descender van cada año en aumento, mantienen cautivo al turista dentro del hotel y cuando decide salir lo hace bebida y bocadillo en mano, ambos procedentes del interior del establecimiento, estando totalmente prohibido. A lo anterior hay que sumar que el tipo de todo incluido que se oferta en Baleares está dirigido a un turista de poco poder adquisitivo, con lo que la economía local apenas se ve beneficiada, sino más bien perjudicada año tras año.
Desde esta asociación queremos alertar, como hemos hecho ya en anteriores ocasiones, que existen multitud de hoteles que practican esta modalidad y no están inscritos en el registro de la Conselleria de Turismo, como así indica la Ley General Turística. Muchos establecimientos con esta modalidad no están siendo debidamente inspeccionados y controlados, con las consecuencias negativas que ello conlleva.
Por si fuera poco, en algunos de estos establecimientos se ofrece un servicio de self service sin control alguno, incluyendo el alcohol, corriendo el riesgo de que menores accedan a él. Esto provoca que en determinadas zonas de las islas, las más destinadas al ocio nocturno, los turistas ya hayan tenido acceso al alcohol incluso antes de salir del hotel. Además, los establecimientos de ocio se ven obligados a recurrir a ofertas agresivas y a la baja para contrarrestar la barra libre que ofrecen los hoteles.
Como suele ocurrir, estas medidas sólo van dirigidas a beneficiar a unos pocos, a los de siempre. Y aún así esta solución resulta una panacea para el sector hotelero, porque sin la oferta básica y complementaria no tienen un bastón donde apoyarse. Seguir apostando por el todo incluido es agarrarse a un clavo ardiendo. Pan para hoy, hambre para mañana.